Por Chelo Payá
Paco Pascual entre Jordi y Amando [foto: Rafa Silvestre] |
Una de las bases para mis escritos, en los que reflexiono y vuelco sentimientos, ha sido las clases de la Politécnica. Me han marcado. Me han aportado momentos que no podía dejar pasar y de los que necesitaba dejar constancia.
Ahora, al final de este curso, no debo callar uno de esos momentos y decir que el taller de lectura expresiva conducido por Paco Pascual me ha tenido fascinada, era lo que soñaba y lo he encontrado. He descubierto el amor a la lectura. Durante esa hora no cabía nada más en mi corazón; los oídos atentos a las voces; la mirada absorta, y las personas unidas apoyándonos mutuamente.
Como había pensado, el examen delante de nuestros compañeros ha sido precioso. Ha sido un final donde nos hemos dado cuenta que la empatía era total. Deseábamos lo mejor para todos y no se necesitaban las palabras, se respiraba en el ambiente. ¡Me repito, me repito!, pero el análisis de hoy ha sido ese. Lecturas preciosas, voces suaves y acompasadas, un silencio absoluto, y los oyentes de una calidad extrema. Hemos sido como un ramillete de flores, cada una diferente, pero con una delicadeza y encanto natural que me ha desbordado.
Ahora, al final de este curso, no debo callar uno de esos momentos y decir que el taller de lectura expresiva conducido por Paco Pascual me ha tenido fascinada, era lo que soñaba y lo he encontrado. He descubierto el amor a la lectura. Durante esa hora no cabía nada más en mi corazón; los oídos atentos a las voces; la mirada absorta, y las personas unidas apoyándonos mutuamente.
Como había pensado, el examen delante de nuestros compañeros ha sido precioso. Ha sido un final donde nos hemos dado cuenta que la empatía era total. Deseábamos lo mejor para todos y no se necesitaban las palabras, se respiraba en el ambiente. ¡Me repito, me repito!, pero el análisis de hoy ha sido ese. Lecturas preciosas, voces suaves y acompasadas, un silencio absoluto, y los oyentes de una calidad extrema. Hemos sido como un ramillete de flores, cada una diferente, pero con una delicadeza y encanto natural que me ha desbordado.
Me habéis servido de ejemplo todo el curso. Gracias y… ¡Feliz verano!