Una tarde de merendola en La Sarga

Por Rosa Tormo

A los del coro no hace falta que nos rueguen demasiado para reunirnos a celebrar algo. Esta vez el motivo era el de preparar el viaje a Montserrat y acogiéndonos a la hospitalidad de nuestra amiga Laura, allá que nos fuimos a su casita de La Sarga.

Hablar, hablamos… pero también tuvimos nuestro momento especial para recordar a Pepa. Qué mejor que estar todos reunidos para dedicarle nuestro cariño. Ahora sí, merendar se merendó de lo lindo, pues entre lo que preparó nuestra anfitriona y todo lo que algunas compañeras trajeron: magdalenas de Montesol, la “coca” dulce de Santa Rosa y no se cuantas cosas más, provocó que algunos tuvieran que “plantarse” para no ver crecer su “tripita”.

Si hay algo especial que nos caracteriza es nuestro “buen rollo” y la ilusión y la buena disposición con la iniciativas de nuestro querido director: que toca gregoriano, pues a ello; que canciones de monasterio, allí estamos las “abadesas” dando el “do de pecho”… Damos todos lo mejor que llevamos dentro con el deseo de mejorar día a día.

29 de mayo de 2011

Por Maruja Berenguer

La meta de ese día era finalizar la unidad 4 del libro”verde” que nuestro “profe” nos había marcado (queda todavía mucho libro que estudiar); también estaba previsto leer algo del Llibre Vermell, como preparación al viaje a Montserrat y, por último, ensayar todas las canciones que teníamos que cantar en la clausura del curso. Todo el programa se cumplió.

MOMENTOS A RECORDAR: La mañana se inició con el solfeo. En un pequeño receso pudimos saborear unas espléndidas “cocas” que trajo Blanca (tenía un fuerte catarro pero no quiso perderse la jornada). Continuamos con la lectura del Llibre Vermell hasta la hora prevista para comer, pero antes de desplazarnos hasta el restaurante había otra previsión: entregarle al maestro nuestro regalo que, como cada año, intentamos que sea algo original. En esta ocasión fue un pergamino con referencia al monje benedictino Guido d’Arezzo, autor de “L’ORIGEN DEL NOM DE LES NOTES”; también le regalamos un foulard, recordando que quiso comprarse uno en su viaje a Suiza. En esos momentos creímos que el regalo le sorprendió tanto que se quedó sin palabras, y corroboramos este hecho cuando, al regreso de la comida, de forma muy emotiva nos agradeció el detalle.

Comimos bajo los árboles y aunque amenazaba lluvia, está nos respetó. Incluso salió el sol. Fue una comida larga. De regreso al aula, Laura tenía preparada su aparición, esta vez con hábito de monja, regalando estampitas de Santa Rita y “tetitas de monja”. Dejamos la broma y nos pusimos “serios” para ensayar. Repasamos todo el repertorio y tuvimos que cambiar AL ALBA por otra canción ya que: -¡las sopranos no llegamos al fa!-.

Se nos hizo tarde y tuvimos que salir con prisas porque tenían que cerrar. No quiero terminar este comentario sin recordar dos ausencias: la de Mari Carmen Linares y la de Pepa Botella. Al pasar a “limpio” este recuerdo añado, con mucha pena, el fallecimiento de nuestra querida Pepa. Descanse en paz. Lamentamos mucho su perdida.

[fotos: Maruja Berenguer y Rafael Silvestre]

Música+Natura a la Font Roja

Per Laura Botella

Hui, 29 de maig, hem anat a la Font Roja per tindre una jornada que hem anomenat música + natura tots els que estem al cor de la sènior encapçalat pel nostre mestre Àngel Lluís. A banda de finalitzar les lliçons del llibre de teoria i veure per Internet totes les partitures del Llibre Vermell que hem de cantar al acte de cloenda del present curs, hem tingut un assaig intensiu de tot allò que hem de cantar a l’acte. Hem degustat unes coques que ha portat una companya per torbar l’apetit abans del dinar.

A les dos i mitja vam anar a dinar al restaurant del paratge, a l’aire lliure. La puresa del aire ens ha obert l’apetit i hem donat bon conter de tot el que teníem amanit. Les postres les ha preparat un altre component del cor, que hui complia anys de la seua boda.

Tot açò ha sigut la crònica del dia, però jo tinc un altra lectura. Passar el dia tots junts, gaudir del paisatge, del silenci ambiental, el tindre “bon rotllo” crea en nosaltres uns llaços afectius que ni pensàvem que podíem tindre, a la fi, un enriquir-se uns dels altres. Pense que quan arriba la maduresa ens fa reflexionar i ens porta a dir ben fort que trobem el plaer en les coses xicotetes, perquè les grans ja ho tenen per elles soles i les relaciones entre persones, això sí, ben avingudes, ens fan tirar endavant i encarar el final d’aquesta maduresa d’altra manera. Totes les experiències, fets i il·lusions col·locades en un bon sac serà el que contarem als qui vindran després. M’agradaria que es repetira.

[foto: Maruja Berenguer]