Fusión [foto: Paco Pascual] |
Solo pasa un segundo y ya anhelamos volver a comenzar con todas las inquietudes y prisas que nos suponen los horarios, las obligaciones y la edad… Hoy me he dado cuenta lo compacto que está el grupo y de cómo nos alegramos con las satisfacciones de los demás.
Vamos logrando cosas impensables, como haber cantado sin partitura.
Se que cada uno estará ahora en su casa recordando como se ha desarrollado el concierto, y también se que todo serán recuerdos favorables.
Empezamos en el coro siendo un conjunto de personas, cada una con su corazón, y ahora somos ese conjunto de personas pero con un solo corazón.
Siempre he relatado los conciertos comentando lo que había pasado pero hoy voy más allá. Me puede haber salido mal o regular o mejor ¡pero he sido feliz!, me sentía segura, estaba donde quería estar.
Es muy importante no esperar que la felicidad te sea regalada, porque mientras no te la dan se sufre, es mucho mejor que salga de tu estado de ánimo, de tu manera de ser, de tu corazón, así siempre está contigo.
Este año aún nos queda otra celebración: el final de la lectura. Se que ya la puedo incluir ahora porque presiento lo que va a pasar. ¡Será preciosa!, con matices profundos, delicados, tristes, divertidos, apasionados. Cada lectura es un placer para mis oídos, y los componentes del taller un ramillete de personas con una delicadeza y un encanto natural que durante todo el curso me han servido de ejemplo.