Querida Georgina: Nos has dejado y esto ha sido un duro golpe para los que te conocemos. Es difícil asimilar que, una persona tan activa y resolutiva en tus decisiones, haya podido dejarnos.
Te has dedicado siempre con ímpetu a tu trabajo, en el que tanto disfrutabas. Dejas una gran labor detrás de ti, y de ese fruto nos hemos beneficiado todos, pues tú has sido “alma y vida” de la Sénior, y con tu vehemencia has sabido transmitirnos entusiasmo. Verte entrar en clase, anunciando alguna excursión o acto académico, nos hacía querer participar en todo. Siempre nos decías que éramos parte de la Universidad, y lo decías con tanta seguridad que lo creíamos, de verdad. Ha sido una suerte estar junto a ti y participar en los actos lúdicos que nos organizabas. Fue un tiempo feliz del que disfrutamos plenamente.
Coincidimos en la Archicofradía de la Virgen de los Lirios, por la que tanto trabajaste. Tu capacidad te hacía encontrar huecos para desarrollar, no solo tú cometido, sino para echarme una mano en lo referente a la informática, incluso a horas intempestivas. Siempre te he estado agradecida, pero ahora te digo de nuevo gracias, muchas gracias.
En todo lo que has participado puedes decir eso de: “misión cumplida”.
Georgina, nos dejas un vacío enorme, pero un imborrable recuerdo que nos acompañará en adelante.