Por Chelín Payá
El “coro” ha tenido la convivencia anual, pero en esta ocasión y debido a la “natura” no pudo ser en la Font Roja como en años anteriores.
Hacía días que llovía sin parar, parecía pleno invierno y para evitar complicaciones se nos ofreció, para oír y ensayar música, la Academia Da Vinci… ¡y se hizo la luz!
Somos un grupo de personas capaces de moldear cualquier contratiempo. Cada día estoy más convencida de que latimos, al unísono, en un solo corazón.
Como de costumbre dejo aquí mi pequeña reflexión de este día.
Comenzaba la mañana y estábamos contentos de pasar un día juntos, cada uno en su mundo, pero unidos en lo que nos gusta.
Oía con avidez al profesor alimentándonos con la belleza de la música y en lo importante que ha sido en la evolución del mundo y de las personas, y de cómo “ELLA” hace que se enternezca su corazón.
Me conmueve el darme cuenta de lo bonito que es aprender y de la falta que tengo de ello.
Pensaba en los que se dedican o han dedicado su vida a la música, sin condiciones, para que nosotros libremente decidamos escucharla o no hacerlo. Me gusto mucho su clasificación:
1º Música mundana. Es la que rige el universo, el movimiento de los planetas y no la podemos oír.
2º Música humana. No entra en los sentidos. Es la música del alma…filosofía, matemáticas, teórica…
3º Música instrumental. La de todas las personas, la que oímos, la que nos gusta (pueblo).
El “coro” ha tenido la convivencia anual, pero en esta ocasión y debido a la “natura” no pudo ser en la Font Roja como en años anteriores.
Hacía días que llovía sin parar, parecía pleno invierno y para evitar complicaciones se nos ofreció, para oír y ensayar música, la Academia Da Vinci… ¡y se hizo la luz!
Somos un grupo de personas capaces de moldear cualquier contratiempo. Cada día estoy más convencida de que latimos, al unísono, en un solo corazón.
Como de costumbre dejo aquí mi pequeña reflexión de este día.
Comenzaba la mañana y estábamos contentos de pasar un día juntos, cada uno en su mundo, pero unidos en lo que nos gusta.
Chelín Payá (derecha) en Música + Natura 2013 [foto: Rafa Silvestre] |
Me conmueve el darme cuenta de lo bonito que es aprender y de la falta que tengo de ello.
Pensaba en los que se dedican o han dedicado su vida a la música, sin condiciones, para que nosotros libremente decidamos escucharla o no hacerlo. Me gusto mucho su clasificación:
1º Música mundana. Es la que rige el universo, el movimiento de los planetas y no la podemos oír.
2º Música humana. No entra en los sentidos. Es la música del alma…filosofía, matemáticas, teórica…
3º Música instrumental. La de todas las personas, la que oímos, la que nos gusta (pueblo).
La comida fue perfecta como siempre. En ella es donde revelamos como somos, lo que nos gusta, lo que nos preocupa. También donde te sientes querida, halagada, disculpada; donde ríes y obtienes una gran riqueza si sabes escuchar… ¡me gusta!
Cada vez que nos reunimos, aunque sea en clase, con solo una mirada sentimos la complicidad de la amistad sincera. ¡Ya espero con ansiedad la convivencia del año que viene!
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