El as de oros

Por Chelín Payá

No he podido comenzar el mes mejor de lo que lo he hecho.

Chelín Payá i "el as de oros" a La Sarga  [foto: Rafa Silvestre]

Me encuentro bien física y mentalmente (que a estas alturas ya es difícil), pero lo mejor son los amigos, no sabrían reemplazarlos, no podría elegirlos mejores. ¡Estoy encantada!

Hoy hemos ido a merendar a La Sarga y lo primero ha sido dedicarles un minuto de silencio a los dos tesoros que nos faltan. Después, como siempre, empezamos a comer y beber pero hoy ha habido una sorpresa que yo no podía imaginar, han hecho magia delante de nosotros. Yo no lo había visto nunca tan cerca, ¡¡¡y es posible!!! que con solo pensar en una carta salga —y no solo una vez— toda la velada. No me la podía quitar de encima. Apenas me decían: coge una carta, ya podía coger la primera, la última, la tercera de abajo, una del medio del montón…, allí la tenía. Me sentía como una niña, no quería levantarme de allí. Quería jugar. Me gustaba. Estaba ilusionada. ¡Me he sentido muy feliz!

¿Sabéis ahora el porqué del título, verdad?