Por Chelín Payà
A lo largo
del día hay de todo: conferencias, solfeo, canto, dulces, bebidas, empanadas,
teatro, risas…, una comunicación total entre todos. Estando allí es cuando se percibe
lo deprisa que pasa el tiempo; sin apenas darnos cuenta ya estamos preparando
la vuelta.
Es un placer
poder participar cada año de esta convivencia, que empieza cuando me despierto
y termina al acostarme. Ya me levanto con la ilusión y la certeza de que lo voy
a pasar bien.
Es un día
donde las pequeñas cosas se agrandan y constituyen una gran satisfacción para
todos los que estamos allí. En su preparación se nota el tacto y la sutileza
para que disfrutemos al máximo de todo ¡y lo hacemos!
Música + Natura 2012 [foto: Rafa Silvestre] |
Esta vez hemos
hablamos mucho del viaje (a Burgos) y yo, por supuesto, seguí meditando cuando
oí el CD con los cánticos del monasterio. Oír cantar a las monjas cistercienses
me emocionó, e hizo que aflorasen en mi sentimientos tan escondidos que no conocía.
A medida que
voy creciendo en conocimientos (en edad), tengo la sensación que no merezco
nada por haber perdido tanto el tiempo, y doy gracias por recuperar un poquito
de lo que la vida me puede proporcionar, aún.
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