jueves, 15 de mayo de 2014

Paz

Por Chelo Payá

Ya no me conozco, hasta  me dicen cuando he de tener vacaciones y éstas, que antes me hubiesen parecido que era muy cortas, ahora tengo la sensación de que son eternas.

Custodia  [foto: Paco Pascual]
Ha pasado una semana y no he hecho nada importante, nada que merezca la pena mencionar, solo que tengo una semana más de vida y doy gracias por ello. Una semana en la que si he meditado mucho sobre el lugar tan privilegiado en el que vivimos y, sobre todo, de por qué no le damos ninguna importancia.

Pensaba en la gran cantidad de personas que mueren violentamente cada día por accidente, guerra… A mí me parece que no deberían de fabricarse armas de fuego con el fin al que se destinan, aunque para que esto fructifique lo primero que hemos de hacer es parar el “lanzallamas” de nuestra boca; no hacer daño a nadie con nuestra palabras (de verdad que yo lo intento), solo así, con ese granito de arena, comenzaríamos a crear paz en la familia, en nuestro entorno, en nuestro mundo…, en nuestro corazón.

También recordaba lo que se nos dijo el otro día en clase: que cada día el mundo es más pequeño y, aunque parezca mentira, lo es.  Con las nuevas tecnologías lo que antes eran viajes de meses, ahora es solo cuestión de horas; ya nada está lejos, ni lo que nos gusta ni los que nos horroriza. Todo está más cerca de lo que pensamos y todo nos puede alcanzar en el momento menos esperado.

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