Y llegó el día. Mientras en Alcoy se preparaban “les filaes” para celebrar el Mig Any, nosotros, el Coro de la Senior de la UPV, nos íbamos con gran ilusión a tierras valencianas, en concreto, Alboraya a reunirnos con otros dos coros, uno de Palma de Mallorca y otro de Valencia en un encuentro de confraternidad coral. Al llegar al Auditorio nos encontramos con el ensayo del coro de las Baleares ¡Cuantos eran! ¡Cuantas voces! Por un momento pensábamos que dónde estaba el bus que nos había traído. Pero como nuestro director ya nos conoce, vino a rescatarnos del mal momento y con sus palabras volvimos a la realidad y nos dijimos, somos los que somos, venimos a disfrutar del encuentro, nuestro trabajo aquí está.
Después de poner nuestras voces a punto, pertrechados de partituras y becas ya estábamos dispuestos a empezar, éramos los primeros. Cantamos nuestras piezas, con fallos, algunos increíbles, pero terminamos contentos. En segundo lugar, los de Baleares, eran muchos, igual que sus piezas, algo densas unas y las otras a mi pobre juicio, no adecuadas para la ocasión. Los anfitriones nos deleitaron con su repertorio, lleno de finura y delicadeza que les trasmitía su directora, lo hicieron francamente bien. Para terminar cantamos las tres corales una canción de cuna que quedó muy digna. Para finalizar, a los directores de Palma y Alcoy les regalaron una cerámica y unas flores como recuerdo de la visita.
Para poner fin al acto, nos trasladamos a un salón contiguo al Auditorio donde dimos cuenta de la suculenta merienda y de los dulces que los mismos componentes del coro habían preparado. Hubo mucha armonía y simpatía por parte de todos, me atrevería a decir que estamos en deuda con ellos.
En el bus ya de regreso, nuestro director se mostró contento de nosotros, si bien dejó para las clases los fallos, que ya se comentarían. Por ultimo tengo que confesar, que yo si puedo estar muy, muy contenta con mi director y mis compañeros, las flores que antes mencionaba, me las regalaban y yo me pregunto, ¿que he hecho yo, para merecer esto? No hago nada extra, sois todos como mi otra familia, me dais mucho más de lo que yo os puedo dar, gracias de todo corazón.
[23.10.2011]
Después de poner nuestras voces a punto, pertrechados de partituras y becas ya estábamos dispuestos a empezar, éramos los primeros. Cantamos nuestras piezas, con fallos, algunos increíbles, pero terminamos contentos. En segundo lugar, los de Baleares, eran muchos, igual que sus piezas, algo densas unas y las otras a mi pobre juicio, no adecuadas para la ocasión. Los anfitriones nos deleitaron con su repertorio, lleno de finura y delicadeza que les trasmitía su directora, lo hicieron francamente bien. Para terminar cantamos las tres corales una canción de cuna que quedó muy digna. Para finalizar, a los directores de Palma y Alcoy les regalaron una cerámica y unas flores como recuerdo de la visita.
Para poner fin al acto, nos trasladamos a un salón contiguo al Auditorio donde dimos cuenta de la suculenta merienda y de los dulces que los mismos componentes del coro habían preparado. Hubo mucha armonía y simpatía por parte de todos, me atrevería a decir que estamos en deuda con ellos.
En el bus ya de regreso, nuestro director se mostró contento de nosotros, si bien dejó para las clases los fallos, que ya se comentarían. Por ultimo tengo que confesar, que yo si puedo estar muy, muy contenta con mi director y mis compañeros, las flores que antes mencionaba, me las regalaban y yo me pregunto, ¿que he hecho yo, para merecer esto? No hago nada extra, sois todos como mi otra familia, me dais mucho más de lo que yo os puedo dar, gracias de todo corazón.
[23.10.2011]
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