Hacía mucho tiempo que no estaba en una celebración religiosa.
Hoy, en la iglesia de San Vicente y San Antonio, como complemento al Pregón de la Semana Santa, ha cantado el Cor l’Aplec de la Unión Musical de Alcoi, reforzado por miembros de la Capella L’Assumpció de Castalla. A este coro pertenece una amiga muy querida, y he estado presente para acompañarla. ¡Que bien lo han hecho!, aunque yo solo la miraba y la escuchaba a ella. Me ha llamado la atención el buen hacer, la disciplina, la perfección, el compromiso y la aplicación. Han sido dos horas, pero si no hubiesen dejado de cantar no me habría movido de allí.
Antes, cuando oía la Palabra, siempre reflexionaba sobre ella, hoy también lo voy a hacer. El Evangelio hablaba de la Samaritana, pero yo me he quedado con los discípulos de Emaus, a los que se han nombrado en el pregón. Siempre me he sentido como ellos, que aunque Jesús camine a mi lado no lo conozco, aunque me hable, aunque me grite, aunque…, y siempre he pensado que es debido a que no vivo con Él, a que el contacto es más breve cada día.
A las personas con las que vives las conoces por la forma de colocar la llave en la cerradura, cuando entran en casa; por la forma que dejan las cosas en el cuarto de baño; por como se doblan la ropa y la dejan en la silla, etc., aún sin verlas las conoces por todos estos detalles. Hoy, en mi cabeza solo rondan estas cosas.
Convivir es conocer.
Hoy, en la iglesia de San Vicente y San Antonio, como complemento al Pregón de la Semana Santa, ha cantado el Cor l’Aplec de la Unión Musical de Alcoi, reforzado por miembros de la Capella L’Assumpció de Castalla. A este coro pertenece una amiga muy querida, y he estado presente para acompañarla. ¡Que bien lo han hecho!, aunque yo solo la miraba y la escuchaba a ella. Me ha llamado la atención el buen hacer, la disciplina, la perfección, el compromiso y la aplicación. Han sido dos horas, pero si no hubiesen dejado de cantar no me habría movido de allí.
Aviso [foto: Paco Pascual] |
Antes, cuando oía la Palabra, siempre reflexionaba sobre ella, hoy también lo voy a hacer. El Evangelio hablaba de la Samaritana, pero yo me he quedado con los discípulos de Emaus, a los que se han nombrado en el pregón. Siempre me he sentido como ellos, que aunque Jesús camine a mi lado no lo conozco, aunque me hable, aunque me grite, aunque…, y siempre he pensado que es debido a que no vivo con Él, a que el contacto es más breve cada día.
A las personas con las que vives las conoces por la forma de colocar la llave en la cerradura, cuando entran en casa; por la forma que dejan las cosas en el cuarto de baño; por como se doblan la ropa y la dejan en la silla, etc., aún sin verlas las conoces por todos estos detalles. Hoy, en mi cabeza solo rondan estas cosas.
Convivir es conocer.
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